La derechona hispánica, que nunca condenó al franquismo, ha ido añadiendo ingredientes reaccionarios a su discurso. La lucha de clases que se avecina, no debería obviar el peligro de un neofascismo. Mila de Frutos
EL PRESIDENTE DEL PARTIDO POPULAR DE LEGANÉS, Jesús Gómez, propone retirar la tutela de sus hijos e hijas a los padres comunistas por pertenecer a la secta más criminal de la Historia. Niega que la educación deba ser considerada un derecho fundamental. Y propone un sistema social en que cada cual se resuelva la salud y la jubilación. Porque el único valor que debe prevalecer sobre todos los demás, afirma, es el derecho a la propiedad y la libertad individual.
EL PARTIDO POPULAR DA UN PASO MÁS HACIA LA FASCISTIZACIÓN de su proyecto político. Se va separando de la Constitución de 1978 (heredera del franquismo), y plantea sin vergüenza la criminalización del comunismo, porque ha demostrado ser el mayor enemigo del capital (ese es el delito) en la defensa de los intereses de la clase trabajadora. El odio del PP al comunismo es comprensible,porque tenemos la firme determinación de construir una sociedad sin clases explotadas, donde los medios de producción sean propiedad del pueblo y el estado planifique la economía en orden a satisfacer las necesidades de todas las personas, aunque eso moleste a banqueros, monarcas, fascistas, empresarios y socialdemócratas.
¿LA CRISIS CAPITALISTA MIRA HACIA EL FASCISMO?
El pueblo trabajador, antes o después, tendrá que defender sus intereses luchando, porque la alternativa es retroceder hasta convertirnos en mano de obra esclavizada. Cuando las clases populares intentan modificar las reglas del juego capitalista, la “Democracia” se convierte en fascismo. Y aunque aún no ha llegado el momento, el PP prefiere prevenir. Lanza campañas venenosas contra el Sindicalismo y el Derecho a la huelga aprovechando el merecido descrédito de las grandes direcciones sindicales. Arremete contra cualquier solución política del conflicto vasco y contra los derechos nacionales de los pueblos de España, es despiadado y agresivo con la mano de obra inmigrante, impone modelos colonialistas a los problemas fronterizos, y arenga a los sectores más desclasados del pueblo contra una de las leyes del aborto más tímidas de la UE.
La Iglesia Católica, peligrosamente beligerante, apoya y se anticipa a estas campañas prefascistas de los medios del PP. Una sintonía que nos trae a la memoria anteriores alianzas golpistas contra la esperanza republicana del pueblo trabajador camino del socialismo.
La Iglesia Católica, peligrosamente beligerante, apoya y se anticipa a estas campañas prefascistas de los medios del PP. Una sintonía que nos trae a la memoria anteriores alianzas golpistas contra la esperanza republicana del pueblo trabajador camino del socialismo.
Primero vinieron a por los comunistas, pero no dije nada porque yo no lo era…
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