Millones de manifestantes saldrán a la calle contra la reforma de las pensiones de Sarkozy, mientras la lucha se radicaliza y extiende (estudiantes, camioneros, refinerías...) y el país se paraliza.
Kaos. Internacional | agencias | Hoy a las 12:11
Los sindicatos franceses esperan movilizar este sábado a millones de manifestantes para que tomen las calles en una nueva jornada estatal de protesta contra el plan de reforma de las pensiones del Gobierno del presidente francés, Nicolas Sarkozy, cuya medida principal es el retraso de la edad mínima de jubilación de los 60 a los 62 años.
Francia afronta así su quinto día consecutivo de protestas y movilizaciones, en un pulso que ha provocado el cierre del oleoducto que abastece la ciudad de París y sus aeropuertos, y ha bloqueado el acceso a todas las refinerías del país.
El Gobierno ha mostrado su determinación a continuar con esta legislación, alegando que es la única forma de atajar el incremento del déficit anual hasta los 50.000 millones de euros pronosticados para el año 2020.
Por su parte, los líderes sindicales pretenden convocar a un gran número de manifestantes en las calles francesas para obligar al Gobierno a que replantee su decisión.
Ambas partes estarán pendientes del número de asistentes para calibrar la fuerza de la protesta, cuya medición ya ha suscitado una guerra de cifras. Mientras los sindicatos sostienen que las manifestaciones del pasado martes convocaron a 3,5 millones de personas, el Ministerio del Interior reduce la cifra a 1,23 millones.
La protesta contra la reforma de las pensiones del gobierno de Nicolas Sarkozy, que, aprobada por la Asamblea, sigue su trámite en el Senado, vive hoy su quinta jornada consecutiva de huelga -aunque está en marcha desde el verano- y manifestaciones. Francia ha amanecido con las 12 refinerías del país paradas, lo que, unido a la llamada a la acción de los sindicatos de camioneros y los bloqueos de depósitos de combustible aumenta el peligro de desabastecimiento de carburantes, lo que podría paralizar el país. También el ferrocarril sufre los efectos de la huelga, aunque funciona según lo previsto, según ha informado la compañía estatal (SNCF). Los estudiantes también se han unido estos días a la protesta y ayer se vivió una tensa jornada en los liceos, con 151 detenidos en los disturbios con la policía.
Las 12 refinerías de petróleo del país se sumaron ayer a la huelga -que vive hoy su quinto día consecutivo, tras otras tres jornadas de paro desde el mes de julio- y hoy tienen previsto seguir cerradas. La huelga en las refinerías, junto a los bloqueos de ayer a algunos depósitos, como el estratégico de Fos-sur-Mer, q ue abastece a buena parte del suroeste del país, amenaza con provocar el desabastecimiento. Ayer, por lo pronto, la falta de combustible obligó al cierre de un centenar de gasolieras, aunque la patronal del sector precisó que se trata de problemas puntuales y descartó que, por el momento, haya problemas de abastecimiento.
También los aeropuertos de París sufren la escasez de combustible. El oleoducto que abastece a los dos principales aeropuertos de la capital dejó de funcionar ayer. El aeropuerto de Orly dice tener reservas de queroseno para 17 días, pero el principal, el Charles de Gaulle, "sólo tiene reservas de queroseno hasta el lunes por la tarde o el martes", según han informado hoy fuentes del ministerio de Medio Ambiente. Según informa el diario Le Monde, la dirección de aviación civil ha recomendado a los aviones procedentes del extranjero que traigan suficiente combustible para la vuelta.
En la empresa pública de ferrocarriles los paros provocaron la anulación de numerosas líneas y problemas en el resto. Las conexiones internacionales no están garantizadas, incluidas las de España, y solo circularán dos de cada tres trenes de larga distancia previstos para hoy y mañana. En provincias la situación es más complicada y la empresa anuló tres de cada cuatro trenes interprovinciales de alta velocidad. Los transportes públicos de París circularon con normalidad con excepción de alguna línea de cercanías.
Los camioneros, que se sumaron ayer a la protesta, anuncian para hoy operaciones caracol y bloqueos de carreteras que a su vez dificultarán el aprovisionamiento de gasolineras, en un perverso efecto dominó.
Manifestaciones
Mientras, los sindicatos esperan hoy una respuesta masiva a las 200 manifestaciones convocadas por todo el país. Esperan superar de nuevo las cifras de convocatorias anteriores. Aseguran haber sacado a la calle el pasado martes 3,5 millones de personas -que la policía reduce a 1,23- y hoy esperan, en vista de que es sábado, demostrar aún más músculo. La más importante, la de París, comenzará a las 14.30 en la Place de la République y terminará en la Place de la Nation.
Para ello cuentan en los últimos días con los estudiantes, que se han unido a las protestas con la idea de que el retraso de 60 a 62 años en la edad de jubilación, la medida más contestada de la reforma de las pensiones, les bloquea aún más el acceso al mercado de trabajo. Ayer, los estudiantes protagonizaron la jornada, con el bloqueo de cientos de liceos y concentraciones en muchas ciudades.
Y el martes, víspera del 20 de octubre, cuando el Senado tiene que votar definitivamente la reforma, la octava jornada de huelga general.
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