Piden una condena de Marruecos por los sucesos de El Aaiún.-Alarte ha recibido a los activistas
EFE / EL PAÍS - Valencia - 22/11/2010
Una docena de activistas saharauis ha irrumpido hoy en la sede del PSPV-PSOE de Valencia con intención de permanecer en ella "de forma indefinida" en protesta por "el silencio del Gobierno español", al que han instado a condenar "los actos de la ciudad de El Aaiún". Así lo ha expresado la portavoz de los activistas, Nadira Mohamed, quien ha exigido al Gobierno que reconozca a "la república saharaui como país". "Es una ocupación indefinida hasta que los socialistas se pronuncien públicamente y denuncien los actos criminales, y hasta que no recibamos una respuesta no vamos a desalojar esta sede", ha añadido.
Los manifestantes, con banderas saharauis, han coreado consignas como "si esto no se arregla, guerra, guerra, guerra", y "Marruecos asesina, el PSOE patrocina", y se han pintado las palmas de las manos de color rojo.
Tres representantes del grupo se han reunido durante la mañana con el secretario general del PSPV, Jorge Alarte, y han asegurado que este "exigirá" al Gobierno la condena del desmantelamiento violento del campamento de Agdaym Izik.
La portavoz de los activistas, Nadira Mohamed, ha concretado que la "ocupación" de la sede socialista tiene como objetivo "principal" que el PSPV "exija al Gobierno central y al PSOE de toda España que condene los actos que se hayan producido en el campamento y los asesinatos de los menores en las zonas ocupadas". Asimismo, ha pedido que "España asuma su responsabilidad en el conflicto del Sáhara Occidental" y que "se respete" la resolución de Naciones Unidas de 2002 sobre un proceso de paz que dé salida al conflicto.
"Son los tres puntos que exigimos que el Gobierno socialista central", ha expresado Nadira Mohamed tras el encuentro con los dirigentes del PSPV, quienes han recordado a los activistas saharauis que las Cortes han condenado los sucesos de El Aaiún. Alarte tiene previsto dar una conferencia de prensa esta tarde que ya figuraba en su agenda y los activistas esperan que se refiera en ella a sus peticiones. El grupo seguirá en la sede hasta entonces y luego decidirá "si es conveniente seguir o no" con su actitud.
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