El gobierno de Marruecos pretende hacer creer al mundo que el campamento Gdeim Izik era un “nido de delincuentes”que tenía “secuestrada a la población civil indefensa” y, para colmo, describe a los dirigentes civiles del campamento como“individuos radicales encapuchados que utilizan métodos al estilo de Al Qaeda” en un intento de confundir aún más a la opinión pública haciéndole creer que es un pueblo en la onda de ese grupo terrorista, radical e intransigente, cuando la verdad y la historia nos demuestran que es todo lo contrario. Ante estas acusaciones de Marruecos debemos considerar: - El pueblo musulmán más conciliador y fraternal con los cristianos es sin duda alguna el pueblo saharaui. Durante años, han sido capaces y están orgullosos de haber confiado todos los veranos a sus niños a familias cristianas de España, han comprobado lo enriquecedor de una convivencia que ha permitido estrechar lazos de afecto que están muy por encima de exigencias religiosas, demostrando respeto al que es diferente a ellos. ¿Qué otro pueblo musulmán ha hecho eso o estaría dispuesto a hacerlo? Con su ejemplo, el pueblo saharaui ha demostrado su espíritu pacífico, conciliador, dialogante y respetuoso con otros pueblos que no profesan su religión musulmana.
- Hagámonos la siguiente pregunta: ¿Podrían aplicársele a Marruecos esas mismas buenas características? Pues la respuesta es que no, y no solo por su comportamiento represivo, imperialista y transgresor sistemático de los Derechos Humanos sino, ateniéndonos a ejemplos más recientes, porque persigue a cristianos que viven pacíficamente en Marruecos y los expulsa con la acusación de “proselitistas” o de atentar contra las tradiciones marroquíes…¿no es eso intransigencia y radicalismo? Pues, hay que estar muy ciego para no verlo.
Fuente: http://espacioseuropeos.com
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