El Consejo de Ministros-Mangantes ha acordado dos importantes privatizaciones en el sector del transporte ferroviario y aéreo
En primer lugar, sacará a concurso la línea ferroviaria que une Madrid con Valencia, Alicante y Murcia, incluida el AVE, para que pueda hacerse con la explotación de la misma una empresa privada, en competencia con Renfe. En segundo término da luz verde a la privatización de AENA, aunque el Estado se quedará con el control de la misma.
Por primera vez desde que existe Renfe, otra compañía privada explotará en competencia con la pública, la línea que va de Madrid a Valencia, Alicante y Murcia. Esto incluye tanto la explotación de los trenes convencionales en cualquier tramo de ese corredor, como la del AVE. La empresa que obtenga esa licencia alquilará a Renfe sus trenes.
En cuanto a AENA, el Gobierno privatizará el 49 por ciento de la agencia responsable de la gestión de los aeropuertos y al mismo tiempo mantendrá el 51 por ciento de la misma. Con ello, la ministra de Fomento, Ana Pastor, consigue imponer su criterio en esta privatización, ya que se había manifestado públicamente partidaria de que el Estado mantuviese el control de AENA. Desde otras instancias se apostaba por privatizar un porcentaje mayor, suficiente para que el control y la gestión de AENA, pasase a manos privadas. Así lo defendía el presidente de la agencia. Esta controversia ha retrasado la privatización, que AENA preparaba para la segunda parte del año pasado. La privatización de ese 49 por ciento se hará en dos tramos. Una parte, el 28 por ciento de AENA, se venderá mediante la salida a bolsa, con una OPV, y el 21 por ciento se colocará entre grandes inversores. La venta concluirá en noviembre.
El Estado espera ingresar en su "cueva de ali-baba" unos 9.000 millones de euros con la privatización parcial de Aena
En febrero de 2011 comenzará el proceso de transformación de Aena con la creación de la filial Aena Aeropuertos S.A., que se encargará de la gestión de sus 47 aeropuertos, mientras que la división de Navegación Aérea, dedicada fundamentalmente al control aéreo, quedará como en la actualidad.
Además de privatizar parcialmente Aena, se adjudicará la gestión de los aeropuertos de Madrid y Barcelona a la iniciativa privada en régimen de concesión, con la creación de la filial Aena Aeropuertos S.A..
Aena es valorada, en fuentes de Fomento, en unos 30.000 millones de euros, en función de su resultado operativo. Su deuda alcanza los 12.000 millones, con lo que se espera que el Estado ingrese unos 9.000 millones de euros con la venta del 49 % de su capital.
Con la concesión de la gestión de Barajas y El Prat Aena espera ingresar "más que lo que está ingresando ahora". Y éste, el de una mayor rentabilidad, es el criterio que se seguirá en el futuro para optar por la posible gestión privada de otros aeropuertos.
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