Deseo que mi vuelta al trabajo sea del todo positiva; llevo con tratamiento médico más de un año y aún continuo asistiendo a terápias tanto de psiquiatría como de sicología, con una medicación que me será dificil dejar. No quiero caer de nuevo; en más de un año apartado he cogido fóbia a esa unidad de "esquiroles" que un día decidió derribarme.
Entrevista a Jesús Martínez (Suso), trabajador de Atento en Madrid-Aluche y ex-delegado sindical por la CGT.
El pasado 19 de abril tuve una pequeña conversación telefónica con una representante de la empresa, mi única propuesta planteada, la de reubicarme en otro centro fue inmediatamente rechazada; cuestiones de salud me impiden regresar a ese centro, le explicaba a la señorita que me atendía. Se me ocurre comentarle el detalle de mi derecho a indefinido por la antiguedad en la empresa, y cuál es mi sorpresa que...hasta eso me niegan; esta voz de la empresa me argumenta que mi contrato es de obra o servicio pero tal y como la indico que mire la fecha de su firma, "22 de octubre de 2007"; no estoy en condiciones de discutir y la dejo hablar, pasando olímpicamente de mi estado de salud me invita a irme yo mismo, centrando las posibles negociaciones en ir por ese único camino. Sin duda vamos mal y mi regreso quieren hacérmelo duro; yo solo deseo que mi vuelta al trabajo sea del todo positiva; llevo con tratamiento médico más de un año y aún continuo asistiendo a terapias tanto de psiquiatría como de sicología, con una medicación que me será difícil dejar. No quiero caer de nuevo; en más de un año apartado he cogido fobia a esa unidad de esquiroles que un día decidió derribarme.
Antecedentes
Se lo que quiere Atento de mí, así me lo han dado a entender en dicha conversación, busca mi baja voluntaria en la empresa y por aquí no voy a entrar. También están dolidos por mi postura tras los despidos del CAC de DATA el 30 de abril de 2009; es en esta fecha cuando les hubiese gustado haberme despedido, pero decidieron entonces castigarme (exoneración), no les gustó para nada mis continuas denuncias ante la comunicación de despido "por supuesto fin de obra" a 49 trabajadorxs el 15 de ese mismo mes. Fueron ruines obligando a trabajar (no pagaron el preaviso de despido) a una plantilla que en breve iba a ser despedida. Demencial fué también el papel de algunxs sindicalistas (ugeteros), que como "chotas" iban filtrando todas las irregularidades que íbamos encontrándonos; jugaron a dos bandas (empresa - despedidxs) y prefirieron ir de la manita de la empresa, tanto fue así que incluso el mismo día de la comunicación del finiquito ofrecieron bolígrafos a lxs trabajadorxs para firmar las migajas que ofrecía la empresa; pero todavía quedaba aún más en el comportamiento de estxs falsos sindicalistas, terminaron comiendo con la empresa en un restaurante cercano al centro de trabajo; este hecho lamentable se denunció y ha debido doler a un delegado (UGT) adscrito a ese centro de trabajo, tanto odio ha generado esta traición a lxs trabajadorxs que nuevamente decidió de nuevo ir de la manita de la empresa para humillarme y buscarme la boca el 19 de febrero de 2010.
La reincorporación y posterior derribo
A los escasos tres meses de mi reincorporación tras el levantamiento del castigo (exoneración) la jefa de centro junto a lo que quedaba de esa unidad de atención (trabajadorxs que fueron agraciadxs y reubicados en un servicio que jamás finalizó) estaban esperándome; esta nueva incorporación no iba por el camino que la empresa quería conmigo, ya hubo algo de revuelo al solicitar mis vacaciones no disfrutadas. A esto añadir la denuncia ante el juzgado de lo social de un "acuerdo particular de algún/a trabajador/a" que afectaba y se aplicaba al conjunto de la unidad de atención, incumpliendo el convenio colectivo; para más detalle, una semana al mes íbamos a trabajar 7 horas más cuando lo que dice el convenio es que no puede sobrepasar de 48 horas en una jornada de 39 a la semana. Esto mismo era el centro de atención contra mí, la jefa de centro vestida de "dartañana", (era viernes de carnaval) me llevó por los pasillos como si yo fuese un pelele, "ven jesús, ven y dile a tus compañeros de trabajo como tú y tu sindicato los habéis traicionado" gritaba mientras caminábamos hacia mi ubicación; allí estaban esperándome todxs, con la uñas preparadas y enviolentadxs conmigo mientras la empresa se ensañaba; a tal extremo llegaba la discusión que solicité un testigo sindical, se me estaba difamando, insultando e incluso el tono llegó a subir de grado tratándome de hacerme caer mediante la presión y la humillación; no hubo problema alguno un compañero de trabajo de CCOO estuvo a continuación conmigo y parecía que todo se nivelaba pero saltó la sorpresa, la empresa llamó a otro testigo y mira por donde vuelve a aparecer su sindicato colaborador "UGT", el ugetista adscrito a ese centro decide asesorar a la empresa, interpretan el convenio colectivo a su beneficio; este supuesto sindicalista debe de estar picado conmigo que termina ensañándose contra mí con el beneplácito de la jefa de centro, el compañero de CCOO no daba crédito a lo que allí estaba ocurriendo; yo seguía defendiéndome como podía pero el "esquirol" ugetista perdió la compostura levantándose de su sillón y dirigirse a mí en tono amenazante señalándome con el dedo a escasos centímetros de mi cara; fue aquí donde me vine abajo, aguanté una situación que me llevó a un fuerte ataque de ansiedad, terminando aquel día en urgencias médicas.
Más de un año de baja médica
En todo este tiempo, en esta situación creada el único perdedor he sido yo, mi estado de salud está sometido aún a medicación estricta y a un seguimiento periódico tanto de psiquiatría como de sicología. En términos laborales dicen que estoy apto pero aún no dispongo del alta psiquiátrica, no mientras el tratamiento continúe. Es ahora cuando la recaída puede generar algo más perjudicial que lo vivido y es por esa misma razón por la que pido el cambio de centro de trabajo. No quiero volver a rozar con los orígenes del problema, ni tampoco irme de la empresa como si no hubiese pasado nada, esto mismo lo he transmitido a la empresa en varias ocasiones.
Llegando el día
La ansiedad y la fobia se apoderó de mí a medida de que iva llegando el día 25. Después de llevar Atento desde diciembre de 2006 (primer contrato) esta es la segunda vez que me encuentro inseguro con esta empresa, pero se que a su vez tengo que estar fuerte ante esta nueva etapa que se me avecina, no va a ser fácil en una empresa donde se practica sutilmente "acoso laboral o mobbing", donde reina una represión sindical contra todo aquel que se salga de lo establecido por el comité y la empresa. El hecho de no ser ya "delegado por la CGT" no supone en caso alguno que yo haya dejado atrás mis aspiraciones ideológicas, y por supuesto tampoco significa que actualmente esté solo; no soy yo solo quién quiere cambiar la precaria calidad de vida de lxs trabajadorxs, no soy yo solo quién día a día denuncia situaciones inadmisibles e injusticias de diferente índole, no soy yo solo quién piensa en el reparto de la riqueza y en la emancipación de la clase trabajadora. Tanto dentro como fuera de esta empresa tengo gente a mi lado, se que cuento con su apoyo de corazón y de lucha (esta es sin duda alguna la mejor medicina y no precisamente las pastillas que tomo a diario).
Futuros conflictos contra Atento
Por mala puerta me hacen entrar, una puerta que me lleva al mismo sitio donde se generó mi enfermedad; esta será la punta de lanza en mis reivindicaciones, "solicitar mi reubicación por cuestiones de salud". A esta irá seguida "mi derecho a conversión de indefinido en la empresa por antiguedad" y la tercera también importante relacionada con cantidades no cobradas (pluses-pagas extras) durante mi IT (incapacidad temporal). De momento vamos a ver cuales van a ser las reacciones, por mi parte son conflictos de fácil solución siempre y cuando Atento reconozca lo que la ley establece, pero por experiencias pasadas se que a esta empresa le gusta llegar a los tribunales. Sin embargo a cambio se van a encontrar con una fuerte presión sindical motivada también por los "feos comportamientos" en el servicio del 061 catalán, un servicio que gestiona Atento desde el centro de la calle motores de la ciudad condal y en donde también ocurren desagradables incidentes (mobbing o acoso laboral) de iguales características.
Represión sindical
Ser anarco-sindicalista en Atento es motivo de persecución y represión (viejas tácticas de su empresa matriz Telefónica), pero lo que más le remata a esta empresa es tratar con cenetistas que se salen de las pautas de comportamiento del sindicalismo domesticado; la sección sindical de la CGT mantiene hilos con la empresa a través del comité y esto imposibilita a esta organización a autodenominarse "anarco-sindicalista". Pese a que vencieron por mayoría simple en el "circo de las elecciones" celebradas el pasado 14 de abril del 2010 solo tienen capacidad para sumar horas sindicales y repartir de pascuas a ramos algún que otro panfleto. Muchos han sido los despidos y pocas las acciones sindicales, así no se avanza pero a Atento le interesa. Mi vuelta al trabajo sin ya estar en esa sección sindical de "corte vertical" no va a parar mis aspiraciones de seguir alimentando la organización de la clase trabajadora para que esta misma llegue algún día a emanciparse proliferando la autogestión.
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